Un nuevo capítulo

El 18 de julio comencé esta nueva aventura en Francia, todo ha sido una mezcla de emociones: ilusión, nervios y muchas ganas de aprender. Adaptarse a un país diferente nunca es sencillo: los horarios, la comida, el idioma e incluso el clima marcan una gran diferencia. Pero poco a poco he ido encontrando mi lugar.

Gracias al apoyo de BFCi fue posible concretar mi llegada a Francia. Su acompañamiento fue clave para dar este paso tan importante en mi vida. De igual forma, valoro enormemente la logística brindada por el Liceo Granvelle, que hizo mucho más sencillo el proceso de instalación y adaptación en este nuevo entorno.

Un apoyo fundamental en todo este camino ha sido mi tutora, Valery García y su familia, quienes con su guía y cercanía me han hecho sentir acompañado y han facilitado mucho mi integración.

Ya en el liceo la experiencia ha sido muy positiva. Desde el primer día me he sentido bien recibido y he tenido una muy buena relación con los estudiantes, lo que ha hecho que el proceso de adaptación sea más ligero y motivador.

En el Liceo tengo la oportunidad de convivir con dos chicas de Tchad (África). Compartir con ellas ha sido enriquecedor, porque no solo aprendemos de nuestras culturas, sino que también descubrimos que las diferencias pueden unirnos y enseñarnos a ver el mundo desde nuevas perspectivas.

Hoy puedo decir que este viaje ya me está dejando grandes aprendizajes: adaptarse no solo significa acostumbrarse a lo nuevo, sino abrir el corazón a la diversidad y dejarse sorprender por todo lo que la vida tiene preparado.

Andrew